A mediados de 2012 vio la luz un libro publicado por la extinta editorial Alcor, escrito por Manuel Ruiz y Tomás Gutier, titulado Cara y Cruz del andalucismo. En el mismo, se analizaba el devenir del andalucismo político desde el final de la dictadura hasta esas fechas, comenzando con unas frases concluyentes de Blas Infante, José Aumente y Enrique Iniesta, para finalizar con un ruego al lector: “Estén de acuerdo o en desacuerdo con estas páginas, un último ruego: sean más protagonistas de la historia de su vida y la de su pueblo, Andalucía”.
Cartas
Desarrollando doctrina como norma regular en sus escritos, el párrafo de nuestro precursor comenzaba así: “Cuando lleguemos a tener pueblo, podremos realmente hacer verdadera política”, y esa era la triste conclusión del ensayo: los políticos andalucistas habían puesto el carro delante de los bueyes y así nunca se podía avanzar.
Han pasado más de diez años, el principal partido andaluz desapareció y la posterior atomización de los partidos andaluces en minúsculas organizaciones demuestra que todo continúa igual: el interés personal de los políticos puede más que el bien común.
En el libro se incluían doce cartas dirigidas a personas, organizaciones e instituciones diversas. Sin relación alguna con el desarrollo regular del libro, se interrumpía el relato dando paso a la misiva correspondiente.
Repasando lo escrito hace más de una década y desde nuestra estupefacción por la actual situación social, política y económica, hemos podido inferir la actualidad de su mensaje. Por ello, este Instituto ha decidido incluirlas en su página Web, para que el aviso pretérito sirva de acicate en el triste momento que vive Andalucía, habiendo olvidado a la esforzada generación que cambió el futuro y sin protagonismo social alguno, ajena y de espaldas a cualquier desarrollo de la vida.
