El Himno de Andalucía.

EL HIMNO DE ANDALUCÍA.

 

El himno andaluz tiene su propia historia. En su melodía es una antigua canción religiosa de segadores andaluces. Desde siempre en el campo andaluz, en las zonas de cereales se cantaba el Santo Dios, invocación a la Trinidad muy antigua en la  Iglesia posterior al Concilio de Nicea, año 325. Hoy está conservado en la liturgia del triduo de la Semana Santa.

            Posteriormente, se convirtió en un canto en los campos andaluces que obedecía a un viejo rito de catequesis iniciática para jornaleros moriscos recién conversos a la fe trinitaria.

            En el colegio de los Escolapios de Archidona, en las misas de comunión mensuales, como disponía el Reglamento Colegial, Art. 132, se cantaba por los niños del internado. La melodía transcrita con su letra por el P. Jesús Mª Robredo en papel pautado, se conserva en el Archivo del Colegio. Coincide totalmente con la actualmente cantada. El documento está depositado en el Archivo de los Escolapios de Granada. Blas Infante estudió allí entre los años 1896 y 1900 y cantó en las misas. La letra dice así:

 

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo inmortal,

Líbranos, señor, de todo mal.

Por la sal de nuestra frente,

danos pan, salud, danos fe.

Salva al Pueblo que perece,

Por tu nombre uno en tres”

 

Cuando Infante ejercía de Notario en Cantillana y en Isla Cristina tuvo ocasión de escuchar y anotar el Santo Dios.

            En los montes de Granada, en Piñar, hasta los últimos tiempos, también se cantaba el Santo Dios.

            La nueva letra, escrita por Blas Infante y armonizada por el maestro Castillo, pide tierra(reforma agraria, una asignatura pendiente en los años 30 en Andalucía y por la cual lucharon los andalucistas) y libertad (Estatuto de Autonomía, petición que los mismos andalucistas solicitaban).

            La letra del himno fue publicada por las Juntas Liberalistas en 1933.

El Himno fue estrenado en un concierto que la Banda de música Municipal junto a la Asociación Coral de Sevilla organizó en la Alameda a las 7 de la tarde, el día 8 de julio de 1936. Blas Infante los presenta como un canto de paz y esperanza.

            Se reestrena después de la transición democrática en el Teatro Lope de Vega de Sevilla por la misma Banda Municipal dirigida por el Maestro Francés, en concierto celebrado el domingo 18 de Octubre de 1979, a las 12 horas de la mañana.

            Actualmente, el Art. 6 de la Ley del Escudo y del Himno, recoge esta tradición y la letra dice así:

“La bandera blanca y verde

Vuelve tras siglos de guerra,

A decir paz y esperanza,

Bajo el sol de nuestra tierra.

 

¡Andaluces levantaos!

¡Pedid tierra y libertad!

Sea por Andalucía libre

España y la humanidad.

 

Los andaluces queremos

Volver a ser lo que fuimos:

Hombres de luz que a los hombres,

Alma de hombres les dimos.

 

¡Andaluces levantaos!

¡Pedid tierra y libertad!

Sea por Andalucía libre,

España y la humanidad.

 

            El Himno mana de la música popular y no es una elaboración de gabinete. Resume la andadura y el genio de Andalucía. Canción de jornaleros moriscos trabajando bajo el sol, bebiendo el agua de la sed y de la fe cristiana a la que están en trance de conversión más o menos espontánea. Canción de libertad de un pueblo, que quiere recuperar su historia e identidad. Y sobre todo Canción de Autonomía.

 

 

Himno de Andalucía. versión «los pueblos» :

 

 

Maria Jesús Naranjo Infante.

El Escudo de Andalucía

En la Asamblea Regionalista de Ronda de 1918, Blas Infante presentó su artículo “Las insignias de Andalucía”, publicado posteriormente en la revista “Andalucía”, fundada por él mismo, en el año 1919, nº 173. Su propuesta la explica:

“…y como escudo de nuestra nacionalidad, el escudo de la gloriosa Cádiz, con el Hércules, ante las columnas, sujetando los dos leones; sobre las figuras, la inscripción latina, en orla: -Dominator Hércules Fundator- . A los pies del Hércules, esta leyenda que resume la aportación de Hércules andaluz a la superación mundial de las fuerzas de la Vida: Bética-Andalus. Este escudo deberá ser orlado por el lema del Centro Andaluz – Andalucía por sí, para España y la Humanidad -, por haber sido el Centro Andaluz la institución que ha venido a desenterrar en la historia los valores espirituales andaluces en lo Pasado; entroncar el Pretérito andaluz con lo Presente y a fijar las normas de continuidad en lo Porvenir”

En “Antología de textos de Blas Infante”, encontramos una valoración peculiar: “En cuanto al escudo, además de una justificación histórica, tiene un alto valor metafísico, pasado y actual”

Y en su libro “Fundamentos de Andalucía” explica la presencia de Hércules en el escudo: “Cronos fue personificado en el Hércules andaluz; siempre joven y viejísimo, director y denominador de las fuerzas animales, a través de la larga evolución”

La idea original de su diseño y adopción fueron transcendentales ya que las columnas de Hércules, que le sirven de fundamentos, responden a la simbolización de nuestros orígenes legendarios y a la fundación Trimilenaria y autóctona de nuestra cultura, sintetizada en la ciudad más antigua de occidente que es Cádiz.

El Parlamento de Andalucía, resumiendo la documentación que Infante presentó en la Asamblea de Ronda en 1918 describe el escudo compuesto por la figura de un Hércules prominente entre dos columnas, “sujetando y domando a dos leones que representan la fuerza de los instintos”,con una inscripción a los pies de una leyenda que dice:”Andalucía por sí, para España y la Humanidad”, sobre el fondo de una bandera andaluza. Cierra las columnas un arco de medio punto con las palabras latinas “Dominatos Hércules Fundator”, también sobre el fondo de la bandera andaluza. (Ley del Himno y del Escudo, Art. 1). DATO CURIOSO HISTÓRICO

En la fachada principal de “La casa de la Alegría”, de Coria del Río, propiedad de Blas Infante, está colocado el Escudo desde el año 1932, en los mismos términos que él acuñó. Allí permanece hasta hoy, siendo el único símbolo visible del andalucismo en los años de la Dictadura. Igualmente, en la Biblioteca de la casa, está el fotograbado del mismo primero.

María Jesús Naranjo Infante-

La bandera verde y blanca.

LA BANDERA VERDE Y BLANCA.

Es la bandera que se ha constatado hasta ahora como la más antigua de Europa, entre los años 1040 a 1091. En el reinado del taifa almeriense Al-Mutasim (1051 – 1091), su visir Abu Asbag Iben al-Arqam, natural de Guadix, poeta, es el primero que recoge en un poema la descripción pictórica de la bandera andaluza, al verla ondear en la Alcazaba:

Una verde bandera que se ha hecho de la aurora blanca un cinturón, despliega sobre ti una ala de delicia. Que ella te asegure la felicidad al concederte un espíritu triunfante.”

Los pueblos orientales y los turcos ya enarbolaban como bandera el Estandarte del Profeta, equivalente a convocar al pueblo creyente. Su color verde. Esta enseña, presuponía la aceptación de una llamada y de un respeto al símbolo profético. El blanco, significa parlamentar, lo que unidos los dos colores implicaba una llamada la pueblo a parlamentar.

En la etapa de los Omeyas, será utilizado un pendón de tafetán verde o bandera de seda muy tupida, con adornos hechos de franjas de oro o con una media luna blanca, para la llamada a reunión.

El 18 de julio de 1195 el sultán Ben Yusuf Yaqub derrotó a Alfonso VIII en la batalla de Alarcos en la que obtuvo un gran botín y más de 5000 cautivos. Para conmemorar la gesta, ordenó colocar una bandera verde y blanca en la Mezquita Aljama de Sevilla, antes de la construcción del minarete (conocido hoy como Giralda). Con ello representaba la unidad almohade, color blanco, y la colaboración andalusí, color verde, procedente de los Omeyas. En la etapa de los Almohades, se contaba una leyenda que vincula a la bandera con Andalucía: un santo magrebí que ejercía su magisterio místico en los pueblos de Atlas, sobre el siglo XII, tuvo la visión de un imperio unido a las orillas del estrecho, el verde paraíso de Al-Andalús y el blanco y mesiánico Al-Mogreb.

Los Almohades radiaron desde Sevilla un nuevo poder, una esperanza musulmana y así en el año 1198, la bandera verde y blanca ondea en la Mezquita Aljama de Sevilla.

En Baena, Córdoba, en el retablo del altar mayor de la Iglesia del convento de la Madre de Dios, coronándolo se encuentra el escudo de los Condes de Cabra que alude a la batalla de Lucena (1483), en la que Boabdil fue hecho prisionero. El escudo policromado, además de la cabeza del rey nazarí, incluye las veintidós banderas cogidas a los granadinos. Dieciocho de ellas son blanquiverdes y cuatro blancas y rojas. (Descubierto por Nieto Cumplido, canónigo archivero dela Mezquita-Catedral de Córdoba).

La tradición de la bandera verde y blanca se refugia en estamentos populares de origen morisco, una vez que conquistada por los Reyes Católicos, donde Andalucía es anulada como pueblo autóctono peninsular.

En 1642, Tahir Al Hor, caballero almeriense, alzó la bandera verde y blanca, en sentido vertical y no horizontal, convocando a la disensión.

En el siglo XIX, vuelve a aparecer, en sentido horizontal en la llamada “sublevación comunera de las mujeres de Casares”. (Pueblo natal de Blas Infante).

En 1918, en la Asamblea andalucista celebrada en Ronda, Blas Infante reclama la bandera verde y blanca como uno de los símbolos propios del pueblo andaluz. Los colores elegidos corresponden a los primitivos pendones del Califato de Córdoba y del Imperio Almohade. El verde no es claro, brillante o vivo, sino oscuro, más bien Omeya. Infante lo describe: “sus colores eran los más apropiados para representar la Empresa de la restauración de un pueblo nunca bélico y siempre creador de culturas”.

Posteriormente, Infante en su artículo “Las insignias de Andalucía”, publicado en la revista Córdoba, nº 173, en el año 1919, escribe:

“En la Asamblea Regionalista de Ronda, 1918, se votó para Andalucía como bandera nacional, la bandera blanca y verde. Fueron los colores preferidos por nuestros padres. Verde es la vestidura de nuestras sierras y campiñas prendidas por los broches de las habitaciones campesinas blancas; blancas son nuestras antiguas ciudades y villas de blancos caseríos con verdes rejerías orladas de jazmines”.

Y en su libro “La verdad sobre el Complot de Tablada y el Estado Libre de Andalucía”, aclara: “La bandera blanca y verde de Andalucía es verde como la esperanza cuando asoma a nuestros campos; blanca como nuestra bondad”.

La interpretación heráldica de la bandera andaluza es la bandera de parlamento o paz y dan la expresión de llamada a la unión para parlamentar o convocar al pueblo para la paz, o sea, paz y esperanza.

La bandera es verde como la esperanza y blanca como la paz que así lo dicen los versos árabes que la cantan.

María Jesús Naranjo Infantes-

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