Documentos precursores de la actual Andalucía
Pretenden hacernos creer que las señas de identidad andaluzas -algo instintivo y natural en los habitantes de Andalucía- se inventó ficticiamente a finales del siglo veinte, a imitación de otros territorios del Estado español con sentimientos arraigados desde mucho tiempo atrás y con el objetivo de copiar artificialmente las demandas y exigencias efectuadas desde la coherencia y el análisis, mientras por aquí, como siempre, todo se basaba en la improvisación y el folclore.
Nada más lejos de la realidad. Se trata de una falacia, de un engaño más que se hace al pueblo andaluz; algo a lo que, por desgracia, estamos tan acostumbrados. Si ya ha quedado meridianamente claro que Andalucía es la única nación conquistada a sangre y fuego durante cientos de años por una alianza de pueblos formada por el resto de territorios de la península Ibérica, una invasión que comienza con la batalla de las Navas de Tolosa y culmina con la conquista de Granada, ahora tenemos la obligación de demostrar que el suelo conquistado pertenecía a un pueblo con un carácter, un temperamento y un genio distinto y diferente, y que ese sentir andaluz se ha mantenido firme durante siglos, arraigado en la conciencia del pueblo que habita estas tierras.
Documentos históricos
Se trata de documentos históricos imprescindibles para comprendernos a nosotros mismos, historia viva cuyo conocimiento resulta necesario si queremos entender nuestro devenir como pueblo durante los últimos siglos. Si pretendemos conocer por qué hemos llegado a ser actualmente una Comunidad Autónoma con Gobierno y Parlamento propios.
Podemos comenzar en el verano de 1835, cuando, tras años de guerras carlistas en el norte de la península y confirmada la insurrección liberal en el sur, se crea la Junta Soberana de Andújar, que pretendía la federación de las provincias independientes de Andalucía. Como organización con poderes propios funcionó en esta ciudad jiennense desde el 2 de septiembre hasta el 18 de octubre. Blas Infante hizo referencia en algunas ocasiones a que en Andújar se elaboró una «carta de actuación andaluza» de la que no ha quedado constancia escrita.
Pero sí tenemos constancia de otros documentos posteriores donde se puede observar la constante presencia de un ser propio en Andalucía. Estos son los momentos en la historia donde se desarrolla el presente y se elabora el futuro.
DOCUMENTOS CLAVES EN LA HISTORIA DE ANDALUCÍA
ÍNDICE
Manifiesto de los Federalistas Andaluces 1873
Proyecto de Constitución para los Cantones Andaluces 1883
Manifiesto de la Nacionalidad 1919
Manifiesto de los Liberalistas de Andalucía 1931
Manifiesto Municipalista 1933
Anteproyecto de Estatuto de Autonomía 1933
Manifiesto a todos los andaluces 1936
Estatuto de Autonomía para Andalucía 1981
Estatuto de Autonomía para Andalucía (reformado) 2007
Epítome
Para leer los documentos haz click en las fotos:
Manifiesto de los Federales Andaluces 1873
Constitución de Antequera 1883
Manifiesto de la Nacionalidad 1919
Manifiesto de los liberalistas de Andalucía. 1931
Anteproyecto de Estatuto de Autonomía. 1933
Manifiesto Municipalista 1933
Manifiesto a todos los Andaluces. 1936
Estatuto de Autonomía 1981
Estatuto de Autonomía 2007
Epítome
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Manifiesto de los Federales Andaluces 1873
En el tiempo ha quedado, aunque no en nuestra memoria, el Manifiesto de los Federales Andaluces (también conocido como Manifiesto de Despeñaperros). -
Constitución de Antequera 1883
El proyecto de Constitución o Pacto Federal para los Cantones Regionados Andaluces se compone de doce títulos que contienen noventa y ocho artículos. En el primero de ellos podemos leer: "Andalucía es soberana y autónoma". -
Manifiesto de la Nacionalidad 1919
A comienzos de 1918, el discurso pronunciado por el ateneísta Mario Méndez Bejarano en los juegos Florales de 1909 y que en palabras del Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante, supuso “la primera y espontánea manifestación pública patentizadora de que el patriotismo andaluz no está muerto”, -
Manifiesto de los liberalistas de Andalucía. 1931
El 1 de mayo de 1931, algunos periódicos andaluces publican un manifiesto que significa la presentación en sociedad del cambio sufrido por el andalucismo: externamente ya no hablamos de Centros Andaluces sino de Junta Liberalista de Andalucía. Parece un cambio más de forma que de fondo, pero no es así. En realidad, se trata de un avance, de un paso más. -
Anteproyecto de Estatuto de Autonomía. 1933
La Autonomía andaluza se convierte en garante de los derechos del pueblo andaluz contra el centralismo: “Será también función del Poder regional la defensa y amparo de los derechos civiles y ciudadanos de los andaluces que sufran persecución o quebranto por actos del Poder central, a cuyo efecto el Poder regional mantendrá ante todas las jurisdicciones los recursos legales para restablecer, a requerimiento del perjudicado, el derecho conculcado si se trata de alguno de los que garantiza a los españoles la Constitución del Estado”. -
Manifiesto Municipalista 1933
Este escrito ve la luz en agosto de 1933, pocos meses después de finalizada la Asamblea de Córdoba celebrada en enero de ese mismo año. Desarrolla dos ideas clave: Para comenzar, advierte al pueblo andaluz sobre las consecuencias de su desidia y letargo. ¿De que nos suena? -
Manifiesto a todos los Andaluces. 1936
Este documento ve la luz en junio de 1936 -solo falta un mes para la rebelión militar- y lo firma: “Acción Pro Estatuto Andaluz. Por su mandato Blas Infante”. Deja claro, por tanto, quién es su autor. -
Estatuto de Autonomía 1981
Primer Estatuto que toma rango de ley -
Estatuto de Autonomía 2007
Este Estatuto, desconocido totalmente por el pueblo andaluz fue aprobado en referéndum por un treinta y seis por ciento del electorado, mientras la gran mayoría ni se ocupó de él. -
Epítome
Este epítome, este resumen, no es nada fácil. Compendiar en poco espacio lo que nuestros antepasados han elaborado durante más de un siglo -aunque otros lo destrocen cada día-, exponer lo más fundamental, lo más preciso de un pensamiento por el que se ha dado hasta la vida, repito, no es nada fácil.